

El cambio más obvio causado por la quimioterapia será probablemente la caída del cabello. Puede que espere perder el cabello de su cabeza, pero el resto del pelo en el cuerpo como cejas, pestañas, y vello púbico también suelen caer. Puede que también pierda peso y masa muscular si tiene dificultad para comer. Por otro lado, muchas mujeres suben de peso durante o tras la quimioterapia. Puede que su piel se oscurezca, reseque o escame, o que luzca demasiado pálida; que sus uñas se decoloren o adquieran rugosidad, y que le coloquen un catéter o puerto de acceso medicinal en su pecho o brazo.
Algunos cambios físicos originados por la quimioterapia pueden ocultarse o hacerse menos visibles. Si está empezando apenas con la quimioterapia, puede que quiera ir de compras por una peluca antes de que su cabello comience a caerse. Si su cabello es muy largo, puede que incluso tenga la opción de que se lo corten y le hagan una peluca a partir de éste. Las pelucas generan calor y no son totalmente cómodas, por lo que puede que quiera reservar el uso de su peluca para cuando salga de casa o del hospital. También puede usar bufandas, turbantes, sombreros, gorros o boinas. Algunas mujeres dejan su cabeza al descubierto, mientras otras optan por hacer lo uno y lo otro, dependiendo si está en público o en casa con amigos y familiares.
Tratar de disimular otros aspectos como pérdida de peso, cambios en el color de la piel y cambios en la uñas, así como el catéter para las infusiones medicinales es un tanto más problemático. En su mayoría, se puede mejorar el aspecto de estos problemas con el uso de prendas de vestir que le queden bien. El usar prendas demasiado ajustadas u holgadas llamaría la atención sobre sus cambios de peso. Las ropas de cuello alto y mangas largas pueden ocultar un catéter, pero puede que no correspondan al clima. Busque prendas de telas ligeras quesean frescas y que a la vez ofrezcan cubrimiento.
A veces los cambios en su cuerpo son tan alterantes que no le permiten tranquilizarse ni pensar de forma positiva. En lugar de sentirse mal, tome esto como una señal de que puede que requiera acudir a un profesional de atención emocional.
Formas de sobrellevar los cambios en su aspecto
Los puntos clave para sentirse bien sobre sí misma empiezan con enfocarse sobre sus características positivas. Trate de limitar el daño que el cáncer puede causar sobre su apariencia, su energía y su sensación de bienestar. Al estar recibiendo un tratamiento contra el cáncer, puede que se sienta más atractiva al buscar formas de encubrir las partes afectadas y resaltar las partes que usted considere más atractivas.
El siguiente ejercicio frente al espejo podrá ayudarle a ajustarse a sus cambios corporales:
¿Qué es lo que ve cuando se mira frente al espejo? Muchas personas ven sólo lo que les disgusta de su aspecto. Cuando se ven al espejo, lo que ven es piel pálida, ausencia de cabello, el dispositivo de la ostomía o piernas delgadas. No se fijan en ver un perfil de facciones clásicas, una cintura pequeña, ojos expresivos o una bonita sonrisa.
Dedique un momento para su intimidad y privacía de al menos 15 minutos. Asegúrese de dedicar el tiempo suficiente para realmente contemplar su aspecto estudie su aspecto durante todo este tiempo, usando el espejo más grande a su alcance. ¿Cuáles partes de su cuerpo son las que más mira? ¿Cuáles son las que no suele mirar? ¿Se percata de tener pensamientos negativos sobre su apariencia? ¿Cuáles son sus mejores atributos? ¿Ha cambiado el cáncer o su tratamiento la forma en la que se mira?
Primero, pruebe hacer este ejercicio vestida. Si normalmente usa ropa o accesorios especiales para ocultar cambios originados por el tratamiento, use esto durante su ejercicio frente al espejo. Practique dos o tres veces, o hasta que sienta que puede mirarse al espejo e identificar al menos tres cosas positivas en su aspecto.
Una vez se sienta cómoda al mirarse justo como cualquier extraño la vería, intente el ejercicio frente al espejo vestida como le gusta lucir. Mírese por unos minutos, repitiendo los pasos descritos en el primer ejercicio. ¿Qué es lo que encuentra más atractivo? Hágase al menos tres cumplidos sobre su aspecto.
Finalmente, haga el ejercicio frente al espejo desnudo, sin disfrazar ninguno de los cambios originados por el cáncer. Si tiene dificultad al ver alguna cicatriz, zona de calvicie o una ostomía, tómese el tiempo necesario para que pueda acostumbrarse a mirar estas áreas. Muchos cambios no son tan desagradables como pueden parecer en un comienzo. Si se siente tensa mientras se está observando, respire profundamente y trate relajar todos sus músculos mientras exhala. No interrumpa el ejercicio hasta que haya encontrado tres atributos positivos, o al menos recuerde los tres cumplidos que se hizo previamente.